AUTORES Dra. María José Méndez Brich , Dr. Manuel Ribera Uribe Residencia Clínica de Gerodontología, Pacientes Especiales y con compromiso médico Universidad Internacional de Catalunya
Caso clínico
Se presenta a la consulta de Odontología paciente de 78 años de edad que para que se le realice un recambio de sus prótesis parciales removibles. Se trata de un hombre con antecedentes patológicos de hernia inguinal, cataratas e hiperplasia benigna prostática, con un tratamiento habitual de Tamsulosina
, sin alergias medicamentosas ni hábitos tóxicos conocidos. Se realiza el recambio de las prótesis sin complicaciones inmediatas. Aproximadamente cuatro semanas después, durante las citas de entrega y control de las nuevas prótesis parciales el paciente reconsulta con lesiones inflamatorias, en los labios; de tipo eritematosas, erosivas, confluentes, dolorosas, con mayor afectación en el labio inferior.
Ante los hallazgos clínicos de la lesión, en primera instancia, se propone como diagnóstico diferencial, una reacción alérgica a la prótesis, por lo que se retira la misma de forma temporal, sin obtener una evolución favorable de las lesiones. Ante esta situación clínica, y reinterrogando al paciente, se evidencia que el tratamiento con Tamsulosina para tratar la hiperplasia benigna de próstata, había sido iniciado en un período de tiempo similar al de la aparición de las lesiones, por lo que se retira dicho tratamiento, obteniendo una franca mejoría clínica, debido a esto, finalmente se diagnostica al paciente con una queilitis secundaria a tratamiento con Tamsulosina.
Queilitis
La queilitis se define como un estado inflamatorio de la submucosa labial y de las comisuras labiales. Pueden ser lesiones precancerosas, es decir, tienen un mayor riesgo de malignizar. Se caracteriza por lesiones generalmente combinadas, con sectores atróficos, leucoplásicos o eritematosos, pueden presentarse como descamaciones, ulceraciones, erosiones o fisuras. (1) Con respecto a su epidemiología, en la mayoría de los casos de presenta a partir de la cuarta década de la vida, predominando en el sexo masculino, en la raza blanca, en personas que trabajan expuestos al sol y se manifiesta principalmente en el labio inferior. (2)
La etiología es variable, el agente etiológico principales la Cándida albicans, pero puede presentarse por trastornos o enfermedades. La pérdida o disminución de la dimensión vertical es la causa más frecuente de la queilitis, seguida de estados de inmunosupresión, malnutrición y carencia de vitaminas. La etiología se puede clasificar según factores sistémicos o locales. (1)Dentro de los factores sistémicos se encuentra: los trastornos nutricionales, alteraciones endocrinas como la diabetes mellitus, la inmunidad reducida, alteraciones hematológicas como las anemias, déficit de vitaminas, tratamientos citotóxicos o inmunosupresores y el envejecimiento. Los factores locales son: la disminución de la dimensión vertical, irritación por sustancias químicas, hipersensibilidad, traumas o hábitos, irritación por exposición de rayos solares o ultravioleta y el fumado. (1)
Según la forma en la que se manifiesta la queilitis se puede clasificar como: a) queilitis exfoliativa o descamativa, la cual se caracteriza por ser una lesión de tipo escamosa, que consiste en un colgajo celular que al ser desprendido puede sangrar fácilmente. Está asociada a traumas, exposición solar y de rayos UV, alergias o carencia de vitaminas; b) queilitis fisurada o con grietas verticales en el labio, pueden ser únicas o múltiples y sangran con facilidad. También pueden ser c) abrasivas o erosivas, las cuales son lesiones erosivas y eritematosas, generalmente delimitadas con un tamaño de aproximadamente 5 ó 10 mm de diámetro y puede observarse con una superficie brillante, suelen ser recidivantes y malignizar. (3)
La queilitis, por otra parte, se puede clasificar también como queilitis angular, actínica, glandular o granulomatosa. Los casos de queilitis angular, conocida también como comisural o de Perlèche, se caracterizan por ser una reacción inflamatoria que cuenta con maceración y eritema en los ángulos de la boca, que suelen fisurarse, están asociados al envejecimiento, pérdida de la dimensión vertical, succión digital en niños, déficit nutricional, estados inmunológicos; y pueden sufrir infecciones por Cándida albicans y diversos agentes bacterianos.(3) La queilitis actínica, frecuente en labio inferior, se asocia a exposición de rayos solares y UV principalmente, y se manifiesta con placas mal definidas, atróficas, blancas o eritematosas, que pueden obliterar el borde del bermellón labial. Por otra parte, la queilitis glandular, es una lesión poco común, inflamatoria, indolora, ubicada con mayor frecuencia en el labio inferior, presente en pacientes geriátricos; asociada a infecciones bacteriana, fumado de tabaco e irritación crónico. Mientras que la queilitis granulomatosa inicialmente se presenta en el labio superior y puede llegar luego a manifestarse en el labio inferior; consiste en una inflamación asimétrica, eritematosa, que puede sufrir descamación, fisuras y erosiones. (3)
El tratamiento de la queilitis a veces suele ser complejo por tener causas variables, principalmente se recomienda el uso de medicación tópica, seguida de la eliminación de factores agravantes como el tabaco, las radiaciones o el trauma. (2)
Hiperplasia benigna prostática
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es el tumor benigno más frecuente en los hombres mayores de 50 años. (4) Su incidencia aumenta con la edad (5) Aunque muchos hombres con hallazgos histológicos de hiperplasia prostática benigna e incluso próstatas anatómicamente agrandadas no tienen síntomas, más del 50% de los hombres de aproximadamente 60 años de edad y, hasta el 90% de los octogenarios, se presentan con síntomas del tracto urinario inferior. (6) La sintomatología incluye urgencia urinaria, aumento de la frecuencia urinaria, micción residual, infección recurrente del tracto urinario e incluso puede progresar a cáncer de próstata en algunos casos. (7) La principal causa de la hiperplasia prostática benigna es la proliferación de músculo liso de la próstata, debido a la activación del metabolito de la hormona masculina 5 Di Hidroxi Testosterona (DHT), pero también se han descrito otros factores de riesgo, como la
edad, factores genéticos, obesidad, exceso de testosterona, inflamación, y déficit de Zinc o de Vitamina D. (7)
Para realizar el diagnóstico es fundamental la historia clínica, utilizando el test IPSS (International Prostate Symptom Score), el tacto rectal y un análisis de orina; otras pruebas complementarias pueden incluir la cistoscopia, la citología, urodinamia, ecografía o biopsia prostática.(8) Existen diferentes terapias médicas para el manejo de esta entidad, como los alfa-bloqueantes (Doxazosina, Prazosina y Terazosina), los alfa-bloqueantes selectivos (Alfuzosina y Tamsulosina) y los inhibidores 5-alfa reductasa (Dutasterida o Finasterida); otras terapias son quirúrgicas. (9)
Tamsulosina
Su mecanismo de acción consiste en una fijación selectiva a los receptores alfa1 postsinápticos, en particular a los subtipos alfa1A y alfa1D, produciendo una relajación el músculo liso de la próstata y de la uretra. Está indicado en el tratamiento de la hiperplasia benigna prostática. (10) Es necesario tener precaución durante cirugías de cataratas o glaucoma por riesgo de síndrome de iris flácido intraoperatorio, por lo que se recomienda interrumpir el tratamiento dos semanas previas a la intervención quirúrgica. (10) La Tamsulosina tiene interacciones farmacológicas con Fusoremida, Diclofenaco, Warfarina y antagonistas adrenérgicos alfa1; con respecto a las reacciones adversas, solo se han reportado alteraciones en la eyaculación y mareos. (10)
El paciente comentado anteriormente, presentaba unas lesiones de tipo inflamatorio, eritematosas, erosivas y dolorosas en labio inferior y superior, previamente descritas, que podrían corresponder a una queilitis. Finalmente se llegó a la conclusión de que se trataba de una queilitis granulomatosa en la relación al tratamiento con Tamsulosina, por lo que se ha sustituido el mismo por la Finasterida, que tiene un mecanismo de acción diferente. Este es el primer caso de queilitis reportado en la literatura, como reacción adversa al tratamiento con Tamsulosina.
Bibliografía
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- Vidal Vademecum Spain | Cochabamba, 24. 28016 Madrid E. Vademecum [Internet]. 2018. Available from: https://www.vademecum.es