Con la Doctora Ana Echeverria Manau
Ana Echeverria Manau es máster en periodoncia e implantes y miembro de la Federación Europea de Periodoncia desde el año 2006.
Desde que finalizó su formación trabaja en la consulta familiar, actualmente dirigida por ella y que este año 2022 ha cumplido 80 años.
La práctica odontológica de Ana Echeverria y de su equipo se caracteriza por un enfoque preventivo, centrado en el paciente y con un uso racional de las nuevas tecnologías.
Desde sus inicios ha colaborado estrechamente con la Socie- dad Española de Periodoncia impartiendo cursos periódicos sobre periodoncia básica a dentistas generales e higienistas. El año pasado finalizó un máster de 2 años en bioética y actual- mente colabora como divulgadora científica para la Sociedad Española de Periodoncia y es Directora de la revista “Cuida tus encías”.
La Dra. Echeverría nos explica como la buena relación entre el equipo odontológico y el paciente es fundamental para garanti- zar la eficacia de cualquier tratamiento dental. En esta relación, cada parte tiene roles y responsabilidades claramente defini- dos que deben cumplir.
Ayudar a los pacientes a que conozcan y entiendan sus dere- chos y deberes es básico para que podamos ofrecerles el mejor cuidado posible”. Tal y como añade esta experta, “conocer los derechos y deberes como paciente en la consulta dental le per- mite participar activamente en su propio cuidado y garantiza una relación de confianza y respeto mutuo con tu dentista”.
La base del decálogo se apoya en tres derechos esenciales: dignidad, intimidad y confidencialidad.
1. Dignidad:
Todos los pacientes tienen derecho a ser tratados con digni- dad y respeto. Esto significa que, independientemente de su edad, género, raza, origen étnico, religión, orientación sexual o cualquier otra característica, tiene derecho a ser tratado con igualdad y sin discriminación. El equipo odontológico
debe siempre respetar sus preferencias personales, así como sus decisiones acerca de su atención.
2. Intimidad:
La intimidad es un derecho fundamental de los pacientes y, siempre que quiera, puede solicitar que en el gabinete
dental solo haya las personas imprescindibles para llevar a cabo con éxito el procedimiento odontológico indicado. Todo el personal de la clínica dental tiene la obligación de respetar su privacidad.
3. Confidencialidad y protección de datos:
Se debe guardar la confidencialidad de la información personal y médica del paciente, de forma que no puede ser compartida con terceros sin su consentimiento, a menos que sea necesario para tu tratamiento o esté requerido por la ley. La historia clínica y demás actividades que se llevan a cabo en la consulta dental deben respetar unas medidas de seguridad mínimas, garantizadas por empresas de protección de datos que las clínicas odontológicas están obligadas a contratar. En este sentido, tanto el equipo odontológico como el paciente deben interesarse también por la manera en que las nuevas tecnologías que se utilizan en la consulta gestionan los datos de los pacientes.
4. Puntualidad:
El paciente debe ser informado, siempre que sea posible, de cancelaciones y, en la medida de lo posible, se debe respetar el horario previsto de la consulta; la puntualidad en la atención debe ser una premisa esencial en la atención odontológica, salvo imprevistos y demoras justificadas por complicaciones derivadas de la práctica odontológica.
5. Situaciones de urgencia:
A pesar de que la Odontología suele ser de carácter privado, el dentista y su equipo tienen la obligación de atender situaciones de emergencia y urgencia vital de forma incondicional. El paciente debe tener acceso a servicios de emergencia si es necesario.
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Libertad de elección:
El paciente tiene el derecho a escoger libremente a su dentista. Esto incluye el derecho a buscar una segunda opinión si tiene dudas sobre el diagnóstico o tratamiento recomendado por su dentista. Igualmente, posee el derecho de cambiar de dentista si no está satisfecho con la atención recibida.
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Libertad de contratación y asesoramiento clínico:
El paciente puede aceptar o rechazar un tratamiento recomendado. Antes de empezar cualquier tratamiento, el dentista debe explicarle claramente lo que implica, incluyendo los riesgos y beneficios, y obtener tu consentimiento.
El asesoramiento clínico implica el derecho a recibir asesoramiento de expertos sobre las diferentes opciones de tratamiento disponibles para cada caso. Esto significa que debe proporcionarse información completa y comprensible sobre todas las opciones de tratamiento, incluyendo las ventajas y desventajas de cada una, los posibles efectos secundarios y el coste.
El paciente debe tener un dentista asignado como interlocutor en clínicas con varios dentistas; además, no debe resignarse a ser atendido por una persona de recepción o por un comercial en cuestiones que tengan que ver con el tratamiento.
8. Consentimiento:
Una vez recibida una información suficiente, veraz y razonable acerca del diagnóstico y alternativas de tratamiento, el paciente tiene derecho a tomarse un tiempo para decidir cómo quiere proceder. El derecho al consentimiento significa que puede decidir si desea proceder con un tratamiento recomendado después de haber recibido asesoramiento. El dentista debe obtener el consentimiento antes de proceder con cualquier tratamiento.
El consentimiento informado será, en general, verbal; en caso de intervenciones quirúrgicas o actos invasivos, se debe proporcionar además un documento escrito de consentimiento. Éste deberá entregarse con el tiempo suficiente para que pueda leerlo, evaluarlo y aceptarlo o no. Esta es la razón por la cual el consentimiento informado no se puede entregar en el mismo momento en el que se va a realizar la intervención.
9. Continuidad asistencial:
Si cambia de dentista, el paciente tiene derecho a una transición suave y a la continuidad de la atención, lo que implica que el nuevo dentista debe poder acceder a su historial médico completo y continuar con la atención donde lo dejó el equipo odontológico anterior.
10. Profesionalidad y calidad:
El paciente tiene derecho a recibir atención de alta calidad, independientemente de la clínica dental a la que acuda, de forma que el personal de la clínica dental debe estar debidamente calificado y capacitado, y la clínica debe cumplir con las normas y regulaciones de seguridad y salud.
El equipo odontológico no debe realizar tratamientos para los que no está preparado, y se deben cuidar las instalaciones, los protocolos y los tratamientos para que sean seguros.
Derechos específicos
Además de estos derechos fundamentales, como apunta la Dra. Echeverría, “existen otros derechos específicos importantes”. Por ejemplo, el paciente odontológico tiene derecho a ser informado sobre cualquier cambio en el plan de tratamiento y a participar en la toma de decisiones sobre su atención. También tiene derecho a recibir una atención sin dolor y cómoda.
Y también algunos deberes
“Si bien es fundamental que el paciente conozca y comprenda sus derechos como paciente, también es importante que cumpla una serie de deberes básicos, que van desde proporcionar información precisa y completa o seguir las instrucciones del dentista a llegar a tiempo a las citas o comunicar cualquier problema o inquietud”, apunta la Dra. Echeverría
Así, de la misma manera que existe el derecho a recibir una atención de calidad, el paciente debe colaborar activamente en su propio cuidado. Esto implica proporcionar información precisa y completa sobre su salud y antecedentes médicos, ya que esto puede afectar significativamente al plan de tratamiento y a la eficacia de este. Además, debe seguir las recomendaciones de su dentista en términos de higiene oral y cumplir con los planes de tratamiento acordados.
También debe respetar las políticas de la consulta dental, como la de cancelar las citas con antelación si no puede asistir, y cumplir con los acuerdos financieros establecidos con la clínica.
Como concluye la Dra. Ana Echeverría, “al ejercer sus derechos y cumplir con sus deberes, el paciente se asegura que recibe la mejor atención posible para su salud oral”.