Raúl Óscar Castro, otra más. Nuevo varapalo judicial

Cualquiera diría que en esta profesión no hay problemas de verdad.

Hace días leíamos en los medios que A.M.A.(la Mutua de los profesionales sanitarios) y la O.M.C. (Organización Médica Colegial) se unían para defender a los médicos ante las agresiones, pensando, ingenuos nosotros, que en siguientes días veríamos un titular similar en el que apareciese la Organización Colegial de la Odontología, habida cuenta de que el Presidente del Consejo de Dentistas también es consejero de A.M.A y no le gusta perderse la ocasión de salir en una foto.

Pero parece que el cargo de consejero de A.M.A. no es para conseguir beneficios para la profesión y para lo que lo utiliza es para participar de la millonaria retribución de la que dispone el Consejo de A.M.A., aprobado por su Junta General. Los hechos que aquí relatamos sugieren que lo que el Señor Castro hace es agredir a los dentistas.

«Nos preguntamos si estos señores del Consejo creen en lo que es la institución a la que representan»

Por cierto, el presidente del Consejo de Médicos tiene estatutariamente prohibido compatibilizar estos cargos.

Lo que nos encontramos es otro varapalo de los que los Juzgados ya nos tienen acostumbrados a ver, habitualmente con personajes de medio pelo que se pasan el día denunciándose por lo que sea para contarlo en la tele, pero en esta ocasión y una más para Don Raúl Oscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España.

Pues sí, esta es la forma de actuar del Señor Castro y su Comité Ejecutivo, que no le gusta algo, pues hala, al Juzgado con quien se ponga en medio, que para guapo el que manda y para pagar todos los demás. Nos preguntamos si estos señores del Consejo creen en lo que es la institución a la que representan, se habrán leído y si lo han hecho, habrán entendido lo que pone en los estatutos.

El caso último al que nos referimos es una querella presentada por Don Raúl Oscar Castro contra el Doctor Julio González Iglesias, pagada con los fondos del Consejo, es decir pagada con el dinero de todos y aprobado por el Comité Ejecutivo en base según ellos a las constantes actuaciones atentatorias contra la dignidad y el buen nombre del Consejo General de Dentistas de España y de su Presidente.

El auto del Juzgado, sin perjuicio del recurso que con el dinero de todos los dentistas decida el Señor Castro presentar o no contra el Doctor González Iglesias, dice básicamente… que (el Doctor G.I.) pide información sobre unos hechos que atañen a la actuación de algún miembro del Consejo de Dentistas, y que al parecer están siendo investigados en otro Juzgado. Dicho esto y al no encontrar indicios de lo denunciado se archiva el caso.

Vamos que preguntar que si es cierto que en la caja del Consejo falta dinero, es atentar contra la dignidad del Señor Castro, cuando en otro Juzgado es el propio Señor Castro el que lo manifiesta. Imputar y tratar de delincuente al Doctor González Iglesias eso sí que en nuestra opinión tiene indicios de criminalidad, pero en qué país creen que están estos señores.

A qué viene reivindicar constantemente ese honor que nadie más que él mismo se cuestiona del Señor Castro, si del Consejo falta dinero como se presume y queda demostrado se podrá cuestionar el honor del que lo sustrajo, no del presidente y menos el del propio Consejo, otra cosa es que los hechos al final hagan pensar a la colegiación que sus representantes son unos incompetentes que no saben hacer su trabajo, y hasta plantearse seriamente para que están, pero eso no es una calumnia, eso es una legítima conclusión a la que se puede llegar y probablemente eso es lo que les preocupa, quedar como unos auténticos inútiles.

Lo que sí es grave es que a un colegiado se le niegue el derecho a preguntar por lo que ocurre en el Consejo, que se le criminalice por ejercer sus derechos y hasta sus obligaciones, pues en el caso del Doctor González Iglesias se da la circunstancia de haber sido Secretario del Consejo General y aunque legalmente nada cambia, deontológicamente está obligado a interesarse por cualquier desviación de la que tenga conocimiento, pero para eso deberían saber qué es la deontología. ●