FRANCISCO CARDONA TORTAJADA
Acude a la Sección de Salud Bucodental una paciente mujer de 52 años, sin antecedentes de interés, que se nota algo raro en la mucosa oral, que le tira, y que al explorarla sólo se aprecian las lesiones de las figuras 1 y 2.
Nos encontramos frente a una patología bastante prevalente.
El aspecto clínico es el de un liquen plano oral reticular, con esas lesiones de estrías blancas (estrías de Wickham) que se entrecruzan, localizadas en la zona posterior de ambas mucosas yugales. La paciente no tiene clínica, no tiene ninguna sintomatología; sólo nota la sensación producida por la menor elasticidad de las lesiones reticulares; es lo que hay que explicarle a la paciente.
Estos líquenes planos reticulares no requieren ningún tratamiento, es suficiente con revisiones anuales; por ejemplo, a la vez que se revisa la salud dental.
Estas estrías blancas, estas lesiones reticulares, siendo típica su aparición en las zonas posteriores de las mucosa yugales, de forma simétrica, pueden extenderse o aparecer en cualquier otra parte de la mucosa oral (figuras 3, 4 y 5).
Otra cosa distinta es cuando en vez de estrías blancas, o además, aparecen zonas ulceradas (figuras 6, 7 y 8), que ya suelen producir clínica: dolor; lo que conlleva la necesidad de tratamiento para controlar el brote (el liquen plano oral es una enfermedad que cursa a brotes); este tratamiento se realiza con corticoides tópicos como primer arma. Solemos utilizar soluciones acuosas o pomadas en orabase de diferentes corticoides, para uso tópico; es conveniente añadir el uso de nistatina para prevenir la aparición de candidiasis.
Teniendo en cuenta que el liquen es una enfermedad premaligna (aunque hay diferentes opiniones sobre el porcentaje de malignización y qué tipo de líquenes orales pueden malignizar), es necesario revisar a los pacientes.