Paciente varón de 50 años, sin alergias conocidas, ni antecedentes de interés.
Acude a la Sección de Salud Bucodental por presentar una lesión tumoral en el borde lateral izquierdo de la lengua. Refiere una evolución de un par de meses; tiene dolor. A la exploración se aprecia la lesión de la fi gura 1, que es algo dura a la palpación, es exofítica y ulcerada, y también se palpa una adenopatía submandibular homolateral, rodadera.
Las úlceras por roce son las más frecuentes en la cavidad oral. Muchas veces tienen un aspecto más claro de benignidad, son pequeñas, lisas, con bordes blanquecinos, y el tacto es blando (fi guras 2 y 3). Pero en otros casos, como el que se presenta, se puede producir una hiperplasia que endurece la lesión al tacto y puede crear dudas diagnósticas, y el diagnóstico diferencial de las úlceras de roce es el carcinoma oral de células escamosas. Por eso, la obligación del odontoestomatólogo es descubrir la causa (fi gura 4), y eliminarla.
Y lo indicado es revisar al paciente 15 días o 1 mes después de eliminada la causa para comprobar que esa lesión se ha curado, y verificar de esta manera la benignidad de la misma. Porque en la fi gura 5 se muestra la imagen de una lesión en borde lateral derecho de la lengua, en un paciente varón de 35 años, fumador de menos de medio paquete de cigarrillos al día, sin más antecedentes, que fue remitido a la Sección de Salud Bucodental porque tras retocar los dientes para evitar posibles roces, se observó que la lesión no remitía. Se realizó una biopsia incisional con resultado de carcinoma oral de células escamosas.