El pasado 15 de marzo el Dr. Lluís Giner Tarrida, Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Internacional de Cataluña, ha sido elegido presidente de la Conferencia de Decanos y Responsables Académicos de Facultades y Escuelas de Odontología. Sucede en el cargo al Dr. José Carlos de la Macorra, hasta ahora también Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid y que ocupó la presidencia de la Conferencia desde 2015, año en que fue elegido junto al Dr. Giner que se presentó al puesto de secretario
El Dr. Lluís Giner presentó en esta ocasión su candidatura junto con la Dra. María Jesús Mora, Decana de la Universidad de Santiago de Compostela, que ha sido elegida secretaria de la Conferencia de Decanos/as y Responsables Académicos de Facultades y Escuelas de Odontología de España.
El Dr. Giner es miembro desde su fundación de la Federación Internacional de Decanos y Directores de Escuelas y Facultades de Odontología, académico de número de la Real Academia Europea de Doctores, ha desarrollado una intensa labor dedicada a la docencia desde 1988 en que ocupó el puesto de Director del Área de Biomateriales y Prótesis de la Facultad de Odontología de la Universidad Internacional de Cataluña y Decano de esta facultad desde el año 2011, es miembro de la Comisión Evaluadora de Homologación de Títulos Universitarios Extranjeros de la ANECA y participó en la edición del Libro Blanco de la odontología en el proceso de convergencia de la educación superior en Europa en 2004.
Alejandra Llorente
¿Quiénes forman parte de esta conferencia y cuál es su principal apuesta?
En la actualidad la conferencia de decanos/as y responsables académicos de las facultades de odontología de España, cuyo acrónimo es CRADO, está formada por las 23 facultades de odontología o departamentos de odontología que imparten esta titulación en España, 11 en universidades públicas y 12 en universidades privadas.
En los últimos años ha habido nuevas aperturas de facultades de odontología y reestructuraciones de las ya existentes, pasando a formar parte de la facultad de ciencias de la salud, pero en general todos hemos apostado por una formación cada vez más integrada en el entorno interprofesional.
¿Cómo ha sido hasta ahora su presencia en la Conferencia de decanos?
Desde que he podido estar en la conferencia de decanos, primero como vicedecano y posteriormente como decano, todos los presidentes que he conocido, el Dr. Mariano Sanz, El Dr. Pedro Bullón, y el Dr. José Carlos de la Macorra, impulsaron la misma filosofía basada en la unidad, el diálogo y el consenso, marcado por la confianza. Al Dr. de la Macorra le agradezco su confianza durante el tiempo que trabajé con él en la gestión como secretario de la conferencia.
En esta nueva etapa todos los representantes de la CRADO nos han dado la confianza a la Dra. María Jesús Mora, coordinadora del título de odontólogo de la Universidad de Santiago de Compostela, y a mí para representarlos. Estamos muy agradecidos por este apoyo de todos.
¿Qué actividades tienen previstas?
De las acciones y actividades de la CRADO, hay algunas que son muy urgentes y otras más de consolidación, pero todas son de gran importancia para las instituciones universitarias y, en general, pensamos que para la profesión y la sociedad.
Uno de los retos pendientes más importantes es la creación de las especialidades en odontología en España, algo que venimos solicitando desde diferentes instituciones desde hace años.
En este sentido estamos incorporados en la comisión de especialidades del Consejo General de Odontólogos de España, junto con sociedades científicas, trabajando conjuntamente para ver hecha realidad una aspiración que pensamos será muy positiva para la profesión y también para la sociedad. En este sentido creemos que en las universidades estamos preparados para ser centros de formación de las especialidades, ya que en todas ellas ofrecemos en este momento programas de formación adaptados a lo que posiblemente serán la mayoría de los requisitos formativos de las especialidades, y disponen de los formadores acreditados para ello.
Otro de los temas importantes, especialmente por la dimensión de las personas a las que afecta y que estamos convencidos resolveremos pronto, es el de las pruebas o programas formativos para el proceso de homologación de títulos extranjeros.
Durante años estas pruebas se hacían en cuatro universidades del país al mismo tiempo, pero en las últimas convocatorias que se pudieron hacer, que fueron antes de la pandemia, el aumento de solicitudes desbordaba la capacidad logística de las universidades en donde se efectuaban. Con la pandemia se tuvieron que suprimir las convocatorias de año pasado y ahora estamos en conversaciones con el ministerio de universidades a fin de lograr una forma favorable para resolverlo a la vez que podamos asegurar el mismo rigor académico que tenemos en la obtención de las competencias de nuestros alumnos en las titulaciones que impartimos.
¿En relación con el plan de estudios del grado de odontología, qué tienen en su agenda?
Otro punto, que llevamos dos o tres años valorando, es la revisión del plan de estudios y de las competencias de los estudios de odontología. Si bien llevamos plenamente implantado el plan Bolonia desde hace 11 años, la preparación, el diseño y el planteamiento de las competencias ocuparon varios años anteriores. Con los cambios que hemos vivido en los últimos años, pensamos que es el momento de valorar si, en el plan de estudios que tenemos aprobado, podemos incluir todos estos avances, o hemos de proceder a un planteamiento nuevo en algunos aspectos. Evidentemente todo ello debe de ser consensuado con el ministerio correspondiente y a ser posible conjuntamente con otras titulaciones.
“En las universidades estamos preparados para ser centros de formación de las especialidades”
¿Los avances técnicos nos están deshumanizando como profesión?
Es indudable que los cambios tecnológicos propician una mejora en el diagnóstico y en los tratamientos odontológicos, y también aseguran un mejor pronóstico a largo plazo; sin embargo, pueden causar, en parte, la pérdida de la relación de confianza entre odontólogo y paciente. Por esta razón debemos revisar los planes de estudio para ver cómo aseguramos que las nuevas generaciones de profesionales tengan este aspecto humano y vean, más allá de las patologías orales, a la persona en general y cuál es su necesidad como tal.
«La universidad tiene dos misiones básicas: la de generar conocimiento y la de su difusión»
También se pone de manifiesto cada vez con mayores evidencias la importancia del odontólogo en el mantenimiento de la salud no sólo oral, sino general. Esto es así tanto por las repercusiones que tienen las enfermedades bucales en la salud global, como por el protagonismo que tiene el odontólogo en la vida de las personas, ya que los pacientes acuden al médico si tienen una dolencia, pero, en general, acuden al odontólogo para una revisión. Es en este momento donde el odontólogo puede influir de forma importante en el cuidado general y la motivación para el mantenimiento de la salud, como decíamos tanto oral como general. Por ello, es importante la relación de la odontología con las otras titulaciones y, en la medida de lo posible, con algunos aspectos de la formación interprofesional.
¿CRADO trabaja en coordinación con otras instituciones europeas?
Es fundamental estar bien coordinados con las directrices europeas. En este aspecto, tanto mis antecesores en el cargo como en la actualidad, estamos en contacto con las diferentes instituciones europeas de educación, sociedades científicas y sobre todo con la ADEE (Association for Dental Education in Europe) que es la sociedad que ha armonizado la implementación del Espacio Europeo de Educación Superior en la formación de los odontólogos.
¿En su opinión qué fines debe perseguir la Universidad?
La universidad tiene dos misiones básicas: la de generar conocimiento y la de su difusión, formando personas en la dimensión profesional y humana. Por esto, una inquietud importante de la CRADO es también ayudar a la investigación, entendiendo bien que es un motor importante tanto para la universidad como para la sociedad. Muchas de las facultades de odontología de España tienen tradición en ello. Prueba de ello es que, en el ranking mundial de facultades de odontología en la que se valora de forma importante la investigación que en ellas se hace, tenemos cuatro facultades de España dentro de las 200 mejores. Así pues, opinamos que es importante que desde la CRADO motivemos al máximo en esta vertiente.
La pandemia que vivimos ha frustrado muchas iniciativas. ¿A CRADO qué le ha supuesto esta situación?
Hay proyectos que estaban bien asentados y teníamos el apoyo de la industria en ello, como es el premio al mejor expediente de los alumnos graduados de cada facultad de odontología, algo que pensamos impulsa a la búsqueda de la excelencia. Lo mismo ocurre con las becas que, gracias a la colaboración de la industria, se ofrecían para seguir estudios de postgrado, pero que con la llegada de la pandemia se han parado. Esperamos recuperarlas pronto.
“Tenemos cuatro facultades de España de las 200 mejores en el Ranking mundial”
Durante este año largo de pandemia, la CRADO ha sido esencial para las facultades de odontología de España, ya que hemos podido afrontar los retos que la Covid nos ha traído de forma conjunta y con un mismo criterio de actuación. Fue fundamental para conseguir la reapertura de las clínicas universitarias odontológicas, en el posicionamiento a los retos del nuevo curso académico, etc., La CRADO es una asociación que, entre todos los miembros, aseguramos la calidad de la docencia de la odontología en España al tiempo que afrontamos los retos con otras instituciones.
“Es fundamental estar bien coordinados con las directrices europeas”