Hablamos con Cosme Gay Escoda

Profesor universitario, defensor incansable de la Cirugía Bucal y de las cosas bien hechas.                                               

El Prof. Dr. Cosme Gay Escoda es catedrático de Patología Quirúrgica Bucal y Maxilofacial, director del Máster de Cirugía Bucal e Implantología Bucofacial de la EFHRE International University y coordinador del grupo de investigación «Patología y Terapéutica Odontológica y Maxilofacial» del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL). Cirujano maxilofacial, cirujano bucal e implantólogo bucofacial, es codirector de la Unidad de Patología de la Articulación Temporomandibular (ATM) de Centro Médico Teknon. Ha sido el primer Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona, uno de los fundadores de la Sociedad Española de Cirugía Bucal SECIB y defensor de la especialidad de Cirugía Bucal en Odontología, le gustan las cosas bien hechas y expresarse con plena libertad caiga quien caiga.

Usted siempre se ha presentado como profesor universitario. ¿Cuál es la función de un profesor universitario?

Las funciones del profesor universitario deben incluir la docencia, la práctica clínica con los pacientes y la investigación, procurando encontrar un equilibrio estable entre estas 3 actividades, aunque normalmente puede que alguna de ellas sea predominante, pero nunca debe anular al resto. En mi caso, creo haber encontrado un equilibrio entre la docencia, la clínica y la investigación, ya que las tres actividades son igual de importantes en mi día a día. Es cierto que la investigación es más visible, porque los organismos internacionales y las universidades valoran más la investigación que la docencia o la actividad clínica. Por ejemplo, los sexenios de investigación, incrementan el sueldo de los profesores universitarios, hecho que no sucede con los tramos de docencia, ni que decir que no se valora en absoluto la práctica clínica.

En el marco de la Cirugía Bucal, ¿qué proyectos relevantes le han llamado la atención en los últimos tiempos?

En este momento hay muchos temas relevantes que me llaman la atención y con toda seguridad serán objeto de investigación, como la aplicación de la inteligencia artificial en la Cirugía Bucal, los métodos de detección precoz del cáncer oral, la prevención y tratamiento de la periimplantitis, etc. El listado sería muy extenso, porque como leo muchos trabajos científicos estos despiertan mi curiosidad, lo que me lleva a hacer nuevos estudios o revisiones sobre temas muy variados. Fruto de este interés en ampliar mis conocimientos, en este momento tengo 563 publicaciones científicas en formato de artículos, la mayoría con factor de impacto, 18 libros publicados y 85 capítulos en otros libros de Odontología, Cirugía Bucal y Cirugía Maxilofacial.

¿En qué aspectos de la Cirugía Bucal sería necesario incrementar la labor investigadora?

En la Cirugía Bucal se debe incrementar la investigación en todos los campos y especialmente en los problemas más frecuentes como pueden ser la patología asociada a las inclusiones dentarias, la infección odontogénica, la prevención y el control de las lesiones potencialmente malignas, etc.

Solo tienes que leer las excelentes revisiones de la Cochrane Library para darte cuenta, que siempre quedan muy pocos trabajos válidos para sacar conclusiones y acaban recomendando seguir investigando con criterios de excelencia para mejorar las conclusiones que puedan tener una mejor evidencia científica y se puedan aplicar en la praxis diaria de los profesionales clínicos.

 La revista “Medicina Oral, Patología Oral y Cirugía Bucal”, dirigida por el Prof. Dr. José Vicente Bagán Sebastián, es la única revista española de Odontología con factor de impacto.

Un factor que ha representado una gran ayuda en la publicación de las investigaciones de autores españoles es el hecho de que la revista “Medicina Oral, Patología Oral y Cirugía Bucal”, sea la única revista española con factor de impacto. Esta revista está dirigida por el Prof. Dr. José Vicente Bagán Sebastián, que es el profesional que ha luchado más por prestigiar la Odontología española, aunque es curioso que nunca ha recibido ningún reconocimiento por parte del Consejo General de Dentistas, que lleva muchos años dirigido por un grupo de incompetentes, especialistas en el “postureo” y en repartir premios y medallas entre los amigos.

El Consejo General de Dentistas, lleva muchos años dirigido por un grupo de incompetentes, especialistas en el “postureo” y en repartir premios y medallas entre los amigos.

 Esta revista española durante el año 2021 ha subido al segundo cuartil con un factor de impacto de 2,883. Quiero recordar que la revista oficial de la Asociación Americana de Cirujano Orales y Maxilofaciales (AAOMS abreviatura en inglés) está en el cuarto cuartil. Yo tengo el honor de ser uno de los subdirectores de la revista y nuestro grupo de investigación tiene un sesgo de publicación importante ya que cada año publicamos en esta revista alrededor de media docena de artículos con el fin de potenciar su difusión y prestigio.

En su caso concreto, son conocidos sus proyectos de investigación sobre dientes incluidos, pero también sobre regeneración ósea y la osteointegración de los implantes. De todos los proyectos realizados, ¿de cuál se siente más satisfecho por la repercusión sanitaria?

Ciertamente nuestro grupo se ha distinguido y seguiría en el futuro, en la investigación de la patología asociada a los dientes incluidos, dato que ha sido valorado en muchos “rankings”, que nos colocan como el equipo con más publicaciones sobre este tema. En este punto me gustaría destacar que hemos participado de forma relevante en más de una docena de ensayos clínicos sobre el control del dolor tras la extracción del tercer molar y el haber dirigido una Guía de Práctica Clínica sobre “Diagnóstico e indicaciones para la extracción de los terceros molares” patrocinada por la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB) y reconocida por “guiasalud.es”, que por cierto será actualizada en los próximos meses.

También la regeneración ósea y la osteointegración de los implantes es otra área de nuestro interés y en este caso quisiera destacar en primer lugar el estudio sobre “Regeneración ósea con factores de crecimiento e ingeniería tisular” incluido en el programa CENIT (Consorcios Estratégicos Nacionales de Investigación Tecnológica) y financiado por el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) 2008-2011, en el que yo era investigador principal. Esta investigación traslacional con la inclusión de varias empresas del sector dental tuvo una aportación económica de más de 2 millones de euros. Nuestra participación fue en una investigación en animales de experimentación (perros y ratas) con una asignación de más de 500.000 euros. Fruto de esta investigación salieron 3 tesis doctorales y 4 artículos en revistas de alto factor de impacto y varias patentes que incluyen el papel fundamental de la fibronectina en la regeneración ósea.

Más recientemente nuestro proyecto de investigación “Evaluación de la toxicidad de la implantoplastia para el tratamiento de la pérdida ósea en implantes dentales” ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Investigación-Instituto Carlos III en la convocatoria del año 2020 (PI20/01596) con el Dr. Eduard Valmaseda como investigador principal y yo como coinvestigador principal. Fruto de esta investigación hay 3 trabajos publicados en revistas del primer cuartil y con seguridad saldrán varias Tesis doctorales. Este año 2022 nuestro grupo ha presentado otra propuesta para seguir esta investigación sobre la evaluación de la bioseguridad de la implantoplastia en el tratamiento de la periimplantitis, en la convocatoria del Ministerio de Ciencia e Investigación-Instituto Carlos III (Fondos de Investigación Sanitaria – FIS) que ha sido seleccionada para recibir financiación con dinero público.

¿Hasta qué punto se promociona la investigación en el ámbito universitario?

Actualmente es imposible tener una trayectoria destacada en investigación de forma individual, por lo que es imprescindible trabajar en equipo e incluso con ayudas externas para aportar técnicas de las que no tienes experiencia o conocimientos en ciencias básicas afines. Hace ya más de 25 años que puse en marcha un grupo de investigación denominado “Patología y Terapéutica Odontológica y Maxilofacial” que fue aceptado su adscripción en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), tras muchos años de lucha. El Idibell está entre los 10 mejores Institutos de Investigación Sanitaria reconocidos por el Ministerio de Ciencia e Investigación.

El formar parte del Idibell nos ha aportado mucha fuerza para luchar en la obtención de recursos económicos en los concursos competitivos, a la vez que nos permite interaccionar con el resto de los grupos de investigación del Instituto. La realidad es que la Universidad y concretamente la Universidad de Barcelona (UB), no ayuda mucho en este tema, pero tenemos la suerte de tener el respaldo incondicional del Idibell.

Este dato no cuadra mucho con la filosofía actual en la acreditación para la obtención de plazas de profesor universitario en la que se valora de forma excesiva la dedicación a la investigación, dando poca o nula relevancia a la actividad docente y a la práctica clínica. Mi opinión es que deberían valorarse de forma más equilibrada estos 3 apartados que debe abarcar la actividad del profesor universitario, e incluso debería darse más valor a la dedicación a la gestión de la Universidad en cargos unipersonales.

¿Lo digital ha pasado ya de ser futuro a ser presente? ¿Cómo valora la influencia de las soluciones digitales en el día a día de la Cirugía Bucal?

Lo fundamental es tener los conocimientos para hacer un buen diagnóstico

Es cierto que las aportaciones digitales pueden ayudar a mejorar la práctica clínica, pero creo que se está sobrevalorando esta acción, ya que estas solo serán útiles si la formación del profesional tiene las bases científicas adecuadas y suficientes para poder aprovechar estas ayudas que aporta la digitalización de la Clínica Dental. Es cierto que la digitalización y la navegación puede ser muy útil para la colocación de implantes o para cualquier otra técnica quirúrgica, pero lo fundamental es tener los conocimientos para hacer un buen diagnóstico y una correcta planificación terapéutica. De qué nos sirve tanta tecnología si no sabemos hacer un diagnóstico correcto y no conocemos cuando y como debe implementarse una determinada técnica quirúrgica.

Las soluciones digitales solo son muy útiles para profesionales bien formados y con experiencia

En muchas ocasiones he escuchado a muchos conferenciantes, ante una audiencia de jóvenes dentistas, como consiguen su atención con una sobredosis de tecnología, infravalorando los conocimientos fundamentales. Por este motivo las soluciones digitales solo son muy útiles para profesionales bien formados y con experiencia, pero no para inexpertos que quieren basar toda su actividad clínica en las nuevas tecnologías, que con seguridad los conducirá a graves problemas.

¿En qué tipos de tratamientos de Cirugía Bucal se hacen más evidentes las ventajas del abordaje digital?

La digitalización puede aportar excelentes soluciones a la organización administrativa de la Clínica Dental, en la gestión de la documentación clínica (historia clínica, consentimientos informados, pruebas complementarias, etc.), también en el estudio de los pacientes (toma de impresiones de las arcadas dentarias, etc.) y en la aplicación de muchas técnicas quirúrgicas, especialmente en el campo de la implantología. Pero como he indicado anteriormente ésta ayuda se está sobrevalorando, por ejemplo, para hacer una cirugía periapical (legrado apical, apicectomía y obturación retrograda), yo no necesito una férula confeccionada con tecnología digital para saber dónde está el ápice del diente y la lesión apical que debo intervenir. Yo con una Tomografía Computarizada de Haz Cónico (TCHC) de la zona quirúrgica, ya sé cómo debo actuar para hacer una técnica correcta que me conduzca al éxito del tratamiento.

Hablar de implantología parece que está de moda y es muy rentable económicamente. ¿Qué otros tratamientos están siendo cada vez más demandados por los pacientes?

 La cirugía implantológica, al igual que la cirugía periodontal forman parte de la Cirugía Bucal, pero hay muchos otros problemas en los que nuestra especialidad puede aportar la solución en las patologías que puede presentar el paciente. En primer lugar, debo destacar que la intervención quirúrgica más frecuente en Cirugía Bucal es la extracción de los terceros molares, molares de la cordura o cordales. En este campo, parece que ya está todo escrito y claro, y la verdad es que esto no es así, hay que seguir investigando para mejorar el estudio de los pacientes, esclarecer las indicaciones de los diferentes tratamientos, la mejora de la técnica quirúrgica por ejemplo con la inclusión de la ostectomía con puntas ultrasónicas o con el láser, el obtener una mejor calidad de vida en el postoperatorio con el uso del láser blando, el uso de medicamentos pre y postoperatorios, el uso de diferentes anestésicos y técnicas anestésicas, etc. En el campo de las inclusiones dentarias, hay muchos temas para esclarecer, el uso de diferentes técnicas quirúrgicas complementarias a la ortodoncia, como las fenestraciones dentarias submucosas con un colgajo de reposicionamiento apical, el uso de las corticotomías, etc.

 Otra patología muy relevante es la prevención, control y tratamiento de las lesiones potencialmente malignas, en la que el cirujano bucal debe estar muy comprometido, por la relevancia que tiene la aparición de una neoplasia maligna en la cavidad oral. El cirujano bucal también debe atender a los pacientes con patología craneomandibular y los cuadros de dolor orofacial, en cuyo tratamiento debe participar, incluido en un equipo multidisciplinar e interdisciplinar, por ejemplo, efectuando los tratamientos de cirugía mínimamente invasiva (inyecciones intraarticulares, artrocentesis, etc.). Podríamos extendernos mucho más, ya que las atribuciones del cirujano bucal incluyen el diagnóstico y el tratamiento de muchas otras patologías: quistes maxilares, lesiones traumáticas dentarias y de los maxilares, cirugía preprotésica, infección odontogénica incluida la sinusitis, lesiones de las mucosas y los maxilares, etc.

En su opinión, ¿estamos hoy más cerca de ver en España la especialidad de Cirugía Bucal?

Han pasado 36 años desde la reinstauración de la Odontología en España y, para vergüenza de todos, aún no se han conseguido implementar las especialidades oficiales

La verdad es que no estamos más cerca de ver reconocidas las especialidades odontológicas como la Cirugía Bucal, seguimos en la línea de salida. Para entender bien porqué estamos así, será bueno hacer un poco de historia. La Ley 10/1986 de 17 de marzo (BOE nº 68 de 20 de marzo de 1986), sobre odontólogos y otros profesionales relacionados con la salud bucodental, supuso el restablecimiento de la profesión de odontólogo de acuerdo con los criterios vigentes en los países de la Unión Europea (UE), igual como sucede en la inmensa mayoría de los países del mundo. La reinstauración de la Odontología se hizo de forma impuesta para entrar en la UE y todos los poderes fácticos del país: Universidades, Colegios profesionales y el Consejo General, Sociedades científicas, etc., estaban en contra de esta decisión del Gobierno de España. Estas entidades defendían la Estomatología instaurada tras el golpe de estado del General Franco, en la que los dentistas tenían que ser especialistas, tras terminar la Licenciatura en Medicina (médicos estomatólogos).

Este proceso de desarrollo de la Odontología fue muy difícil y traumático porque los poderes fácticos influyeron con toda su fuerza para que la Odontología tuviera un “parto” lo más complicado posible y pusieron todo tipo de obstáculos para que no pudiéramos imponer un modelo de éxito. Un grupo reducido de profesores luchamos para que la Odontología naciera con todos sus derechos y deberes, pero tras 36 años, no se ha conseguido, ni que exista la especialidad oficial de Cirugía Bucal, aunque la Ley 10/86 ya reconocía que debería implementarse de acuerdo con las Directivas Comunitarias. La especialidad oficial de Cirugía Bucal existe en todos los países de la EU, excepto en España. Este dato ya deja claro en qué situación estamos y en la dificultad que existe para obtener el reconocimiento de la especialidad en España a pesar de los esfuerzos de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB).

 El Comité Consultivo para la Formación de odontólogos elevó a la Comisión de las Comunidades Europeas (actual UE), la necesidad de regular las especialidades de la Odontología, dando lugar a la Directiva Odontológica 78/686/CEE de 25 de julio de 1978, que reconoce la Cirugía Bucal y la Ortodoncia como especialidades de la Odontología. El 20 de noviembre de 1985 el Comité para la Formación de odontólogos aprobó los campos de actividad y los programas de formación para que los odontólogos pudieran acceder a las dos especialidades de la Odontología (Directiva III/D/1374/5/84). Posteriormente se han publicado numerosas directivas, como por ejemplo las destinadas a facilitar el ejercicio del derecho de establecimiento y libre prestación de servicios en los países de la UE.

Han pasado 36 años desde la reinstauración de la Odontología en España y, para vergüenza de todos, aún no se han conseguido implementar las especialidades oficiales de la Odontología, porque los diferentes gobiernos de la nación no han prestado el más mínimo interés y porque los poderes fácticos antes nombrados han puesto todas las barreras imaginables, aunque la mayoría de las veces, de cara a la profesión, daban su apoyo, pero por detrás ponían todas las pegas posibles. El modelo que debe seguir la especialidad odontológica de Cirugía Bucal es la que marca la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) y habrá que nombrar una comisión dependiente de los Ministerios de Sanidad y de Educación para crear la figura del Odontólogo Interno y Residente (OIR) que planteará todos los requisitos y controles que se deben seguir.

Debemos copiar y mejorar el sistema MIR (Médico Interno Residente), con un proceso de selección más justo

Debemos copiar y mejorar el sistema MIR (Médico Interno Residente), con un proceso de selección más justo y con menos peso de la capacidad memorística, que los centros que controlen la formación del OIR estén vinculados a una Facultad de Odontología que disponga de los medios docentes, de investigación y de actividad clínica que permita dar una formación completa, con un director (profesor ordinario de Cirugía Bucal) con un mínimo de 4 tramos de investigación y que al final de los 3 años de formación (uno de ellos podría ser troncal para todas las especialidades), se realice un examen nacional teórico-práctico para evaluar si se han alcanzado los objetivos previstos.

Podríamos también comentar otros temas que inquietan a la profesión, pero es muy cansino hablar de estos problemas porque hace muchos años que hablamos de ellos, pero no se obtiene ningún resultado positivo. La plétora de dentistas va camino de convertirse, por la cantidad de Universidades privadas que tienen estudios del Grado de Odontología, en algo que hará que pronto el taxista que utilizo para ir al aeropuerto tenga el título de dentista. La titularidad de las Clínicas Dentales debe ser de un profesional con el Grado de Odontología, y en el caso de clínicas propiedad de Mutuas o de empresas privadas (franquicias) deberían ser controladas de forma más estricta y tener un responsable titulado de la profesión. En estos centros debería evitarse que “esclavicen” a los jóvenes dentistas con sueldos mileuristas y sin tener autonomía para hacer el diagnóstico y los planes de tratamiento. La propaganda del área sanitaria es también una vergüenza, porque está llena de mentiras o medias verdades y ya pronto el éxito profesional dependerá del marketing agresivo que hacen las empresas que quieren convertir la Odontología en un negocio, cuando debería ser una profesión sanitaria de servicio a la comunidad, que permita también ganarse la vida dignamente a los profesionales. Qué triste futuro tendrán nuestros jóvenes dentistas. Podríamos enumerar muchos otros problemas, pero creo que no vale la pena, porque esto es como “predicar en el desierto”, ya que no se resuelven porque nadie nos escucha y porque los profesionales no actúan con firmeza y luchan por sus derechos, los Colegios profesionales y el Consejo General se acomodan y los que luchan por la Odontología, no se sienten acompañados por la mayoría de los profesionales. Aunque es poco diplomático y con exceso de crudeza, lo único que podemos aspirar es a no ser destruidos por la “dictadura de la incompetencia”. Estamos en un país podrido por la corrupción generalizada y la incompetencia y sólo veo una solución que es volver a empezar desde cero y renacer con un país nuevo, justo, libre y con respeto a la cultura del esfuerzo y el trabajo bien hecho.

los Colegios profesionales y el Consejo General se acomodan y los que luchan por la Odontología, no se sienten acompañados por la mayoría de los profesionales

Usted como docente, clínico e investigador experimentado, tiene el reconocimiento de la profesión; un ejemplo es el homenaje que recibió en septiembre por parte de SECIB. ¿Cómo vive esta situación?

Siempre es agradable tener el reconocimiento de los compañeros de tu país, hecho que normalmente viene sesgado por temas personales.

Como fundador de la SECIB, creo tener el apoyo y reconocimiento por todo lo que he hecho, pagando un importante precio personal, por la Cirugía Bucal. Por este motivo les agradezco mucho que durante el XIX Congreso de la SECIB en Pamplona quieran hacerme un homenaje, aunque ellos ya saben que no me gustan mucho este tipo de actos. Con motivo de los 25 años de la creación de la SECIB, que se celebró en el Congreso de Sevilla del año 2019, se hizo un acto solemne en el que tuve ocasión de hacer una exposición sobre su historia y fue muy emocionante ver la respuesta de mis compañeros y amigos.

Finalmente quiero comentar que a principios de julio el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC) me entregó el premio Santa Apolonia 2022, la máxima distinción que otorga el COEC a sus colegiados en reconocimiento a su trayectoria profesional y en la defensa de la Odontología. La entrega de este premio fue muy emotiva y contó con la colaboración de la SECIB. La apertura la hizo el Prof. Dr. José Luis Gutiérrez Pérez (Catedrático de la Universidad de Sevilla y Jefe del Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.) Tras esta conferencia el presidente del COEC, el Dr. German Pareja y el vicepresidente del COEC el Dr. Toni Gómez tomaron la palabra y me entregaron el premio Santa Apolonia. Finalmente hice una breve intervención para agradecer al COEC la concesión de este premio, a mi equipo de la UB, a la SECIB y a todos los amigos y compañeros asistentes al acto.

También disfruta de un alto reconocimiento a nivel internacional. ¿Qué nos puede contar?

Supongo que se refiere a la nueva edición (2022) del ranking de la Universidad de Stanford (EE. UU.) que destaca a los 10 investigadores españoles más influyentes de la Odontología.

Este ranking tiene muchos sesgos relevantes, que hacen que aporte unos datos parciales y discutibles, pero solo destacaré 2 consideraciones. En primer lugar, este ranking solo revisa una fuente de datos de las numerosas que existen, por lo que se supone que la información no es completa. Recuerden que en una revisión sistemática se debe incluir como mínimo la consulta de 3 fuentes de datos.

En segundo lugar, los profesionales que destacan en el TOP 10, tienen posiciones académicas y medios económicos muy diferentes, por ejemplo, el Dr. Eduardo Anitua es un empresario con una gran vocación docente e investigadora que dispone de unos medios económicos y de personal (tiene más de 50 empleados) muy diferente de los 9 restantes que somos todos catedráticos de Universidades públicas españolas. El Dr. Anitua ya sale muy destacado en el ranking de empresarios que tiene actividad investigadora. No debería salir en 2 rankings diferentes.

La dedicación de los 9 profesores universitarios es muy diferente porque unos están a tiempo completo con exclusiva a la Universidad y ejercen la profesión en una plaza vinculada con la sanidad pública, como el Dr. José Vicente Bagán y el Dr. Pedro Diz, pero la mayoría están con una dedicación a tiempo completo y ejercen en la práctica privada y solo quedo yo que estoy a tiempo parcial en la Universidad de Barcelona y tengo actividad asistencial privada (en la UB no se permite estar a tiempo completo y tener actividad asistencial privada). Este dato es muy importante porque mi dedicación horaria es mucho menor y el sueldo exactamente igual.

El salir en la 5ª posición en este prestigioso ranking no ha sido un objetivo personal, ya que como he comentado antes, mis publicaciones tienen un sesgo importante hacia la revista española Medicina Oral, Patología Oral y Cirugía Bucal que suele estar entre el 2º y 3er cuartiles, en vez de dedicarme a publicar preferentemente en el primer cuartil, que influye mucho en la valoración de los investigadores.

Para finalizar. ¿Cuál es la clave para mantenerse siempre en primera línea?

Pues el trabajo constante, buscar siempre la excelencia y disponer de un equipo de “primera división”.