Estrés: cuando dejas de ser dentista para ser persona

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ALEJANDRA LLORENTE ODONTÓLOGA, EJERCE EN REINO UNIDO

No solemos hablar mucho de este tema, pero bien es sabido que pertenecemos a una de las profesiones con mayor número de suicidios, debido a varios factores asociados a la profesión.

Trabajamos en espacios pequeños, nuestro espacio personal se ve invadido continuamente al tener que acercarnos a nuestros pacientes para tener que realizar los tratamientos.

Estamos sometidos muchas veces a absorber estoicamente su dolor y, en muchas ocasiones, su agresividad y miedo para calmarlos.

Las altas expectativas de nuestros pacientes, o incluso de nosotros mismos, con nuestros tratamientos también pueden llevarnos a sentirnos frustrados en ocasiones en que no obtenemos el resultado soñado.

Durante nuestra vida profesional hacemos cursos para mejorar nuestras habilidades clínicas, pero no conozco a nadie que vaya a cursos para saber cómo gestionar el estrés que puede acarrear la responsabilidad de ser dentista.

Somos, por lo general, un colectivo bastante competitivo que nos gusta socialmente demostrar lo buenos que somos, pero en raras ocasiones compartimos nuestros fracasos con compañeros para pedir consejo o ayuda, y esto nos aísla.

Afortunadamente, empiezan a aparecer foros en internet en los que se comienza a compartir experiencias y dudas que sirven de soporte emocional y técnico para muchos compañeros.

En Reino Unido tenemos un foro que se llama Mental dental, en el que, de forma anónima, se exponen problemas de compañeros y los miembros del foro comentan para ayudar o aconsejar sobre cómo llevar esa situación que está produciendo estrés o preocupación de manera muy positiva y constructiva.

Yo misma, cuando llegue a Leeds, sustituí a un compañero que había decidido hacerse jardinero porque ya no aguantaba más.

Cuántas veces me habré dicho a mí misma «no te estreses, Alejandra, que no queremos acabar como Ian», he sonreído y mantenido la calma.

La mayoría de mis artículos vienen de experiencias, y este no es una excepción. La semana pasada encontré a una de mis compañeras llorando en su gabinete, le temblaban las manos, y no quería levantarse del suelo. Había recibido una denuncia bastante injusta de un paciente que básicamente quería sacarle dinero y arruinar su carrera.

Algo había oído hablar a las auxiliares por los pasillos, pero hasta que la vi en el suelo no podía imaginarme que la había afectado tanto, al fin y al cabo, recibir quejas de pacientes es el pan de cada día en Inglaterra, como lo es en Estados Unidos, gracias a Dios en España no estamos tan mal, pero tiempo al tiempo.

Como me dijo mi querido compañero Emanuel una vez: «Alejandra, para ser dentista aquí tienes que tener piel de cocodrilo», y con los años la desarrollé.

Abrí la puerta con cuidado y me senté en el suelo con ella, había consolado a muchos pacientes miedosos antes, pero esta era una situación desconocida para mí.

Saqué el móvil del bolsillo del pijama, me metí en el foro de Mental Dental y le leí, «mira, aquí dice un dentista que un paciente le ha denunciado diciendo que después de hacerle una exodoncia de una muela del juicio le ha dejado impotente, no puede ser peor que lo tuyo.»

«Manejar el estrés no es algo que podamos hacer solos, debemos aprender a pedir ayuda cuando se necesita»

Mi compañera paró de llorar para mirarme y empezar a sonreír, yo continúe leyendo casos de otros compañeros de ese foro y vi como empezaba a respirar más tranquila. Manejar el estrés no es algo que podamos hacer solos, no se nace sabiendo, es importante tener recursos y aprender a pedir ayuda cuando se necesita.

Contar nuestros propios fracasos y dudas, mostrar nuestra vulnerabilidad nos puede salvar la vida, es importante aprender a pedir ayuda y no solo cultivar las habilidades técnicas de nuestra profesión, las emocionales son igual de importantes.

Después de mucho hablar con mi compañera, me pidió que os contara su historia, porque parece que la depresión y la ansiedad entre nosotros es un tema tabú pero las estadísticas están ahí y no debemos ignorarlas, ya que nos puede pasar a cualquiera en cierto momento de nuestra profesión.

Acude a un profesional, igual que la higiene dental que predicamos, la salud mental también hay que cuidarla.

Y como dice la canción de Chayanne ¨Recuerda que solo tenemos un viaje de ida y hay que darle gracias siempre a la vida.» ●