El Ministerio de Sanidad advierte que las nuevas formas de fumar crean adicción y tienen efectos perjudiciales para la salud

La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones inauguró la jornada “Reducción de daños en tabaco: mentiras, verdades y estrategias”

Madrid 3 de septiembre de 2019. La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, ha advertido, en la inauguración de la jornada ‘Reducción de daños en tabaco: mentiras, verdades y estrategias’, que “las nuevas formas de fumar crean adicción y tienen efectos perjudiciales para la salud”.

La Ministra ha destacado la necesidad de “informar y alertar a la población para que sean conscientes” de ello. En esta tarea, la colaboración del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social con los medios de comunicación, “es clave e imprescindible”, ha asegurado.

La jornada, organizada por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), la Red Europea de Prevención del Tabaquismo, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, el Instituto Catalán de Oncología y el Ministerio, se dirige a profesionales de la comunicación. El objetivo es mejorar la información acerca de las implicaciones sanitarias derivadas del reciente auge en el mercado de nuevos productos de tabaco y relacionados.

Carcedo ha recordado que cada año se producen en España 50.000 muertes directamente atribuibles al consumo de tabaco. “Es un problema gravísimo de salud pública”, ha asegurado. Por ello, ha mostrado la preocupación del Ministerio por el repunte de 3 puntos porcentuales del consumo diario de tabaco detectado en la encuesta EDADES 2017/2018, respecto a la de 2015/2016.

El cigarrillo tradicional de cajetilla sigue siendo la forma de consumo de tabaco más extendida, pero casi un 9% de la población de 15 a 64 años ha probado los cigarrillos electrónicos alguna vez. Entre los más jóvenes, de entre 15 y 24 años, un 13% dice haberlos consumido.

“Estos datos nos advierten de la necesidad de adoptar medidas para tratar de que la senda descendente que había mantenido en los últimos años el consumo de tabaco, vuelva a su
cauce”, ha asegurado Carcedo.

El tabaquismo constituye el principal problema de salud pública prevenible en los países desarrollados, siendo la primera causa de mortalidad y morbilidad evitables en nuestro país y el resto de países de nuestro entorno.

El tabaco de liar
El ministerio de Sanidad insiste en que es falso el mito de que el tabaco de liar es más natural, menos perjudicial; se fuma menos y es más fácil dejarlo. Todo esto es falso. Aunque lo líes tú, contiene la misma o mayor cantidad de sustancias tóxicas que los cigarrillos tradicionales. Algunos estudios han encontrado mayores niveles de monóxido de carbono espirado en los fumadores de tabaco de liar, esto posiblemente está relacionado con la frecuencia e intensidad de las caladas. Por ello, aunque el número de cigarrillos al día pueda cambiar, no parece haber diferencias importantes en los patrones de consumo y adicción respecto a los cigarrillos convencionales. Además, si bien los fumadores de tabaco de liar tienen la percepción de que podrían dejar de fumar fácilmente, se ha observado menor intención de abandono y número de intentos en este grupo que en los fumadores de
cigarrillos convencionales.

Los vapeadores
Francisco Rodríguez Lozano, presidente de la Red Europea para el Fin del Tabaco (ENSP) considera que las tabacaleras tienen que conseguir que la gente siga con su adicción a la nicotina, que es un negocio.

La información publicada en un estudio realizado por los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte ha constatado la evidencia de los riesgos que supone vapear.

Tal como nos cuenta Rodríguez Lozano “lo intentan vender como si fuera algo para dejar de fumar de una forma menos peligrosa. Mientras que la OMS dice que no”. En España fuman unos nueve millones de personas, pero unos 41 millones no fuman”, matiza Rodríguez.

Sobre el vapeador nos dice que “al introducir este producto nuevo estamos introduciendo otra vez el hábito de fumar”. La ONU pide que desde los gobiernos se hagan unas regulaciones iguales que con los cigarillos”.