COVID-19 DISPARA EL BRUXISMO EN EL MUNDO

Dr. Enrique Jadad Especialista en Rehabilitación Oral, investigador y conferencistacon práctica privada en Barranquilla (Colombia)

Desde hace varios meses, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que por cuenta de la pandemia de COVID-19 y el confinamiento, sumado a esto el aislamiento como el distanciamiento social, se han venido presentado una serie de problemas relacionados con la salud física como mental en la población del mundo entero. Algunas de estos desórdenes o alteraciones de la salud son el incremento exponencial del estrés, ansiedad y depresión, mientras que otras personas reportan desórdenes de sueño, ronquidos y bruxismo, entre otras. Estar expuestos a periodos prolongados de estrés tiene repercusiones directas en la boca.

Una señal que refleja de manera clara todo lo que ha sido provocado desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020 se encuentra en los dientes, una nueva epidemia se extiende por todo el planeta y se refleja en la dentadura, nos referimos al Bruxismo.

El grave y prolongado confinamiento aparte de la estela de efectos colaterales relacionados con el coronavirus ha generado evidentes secuelas en cientos de miles de personas de todo el orbe. Mucha literatura ha reportadograves problemas psicológicos como producto de la ansiedad propia de vivir en medio de una pandemia como la que hemos experimentado desde hace casi 2 años. La incertidumbre y el miedo a contagiarse, a la muerte, a los problemas físicos derivados de estar tanto tiempo sin salir de casa y temas como el teletrabajo desde casa, los millones de casos de descalabros económicos, empresas quebradas, problemas económicos por doquier, entre otros muchos detonantes de estrés emocional y físico. 

A raíz de la crisis en el campo de la salud y la economía global, se han presentado innumerables muchos trastornos de salud, entre ellos el apretamiento de la mandíbula, también conocido como bruxismo. Está de más decir que la pandemia de COVID-19 y el distanciamiento social que se ha usado como medida preventiva han tenido impacto significativo en la salud física y mental, una consecuencia de todo esto y que está cobrando mucha importancia como protagonismo es el bruxismo. El bruxismo es una parafunción musculo mandibular repetitiva, considerada como un hábito dañino y hasta destructivo para el sistema estomatognático, del cual su etiología aún es incierta, sin embargo, numerosos autores lo asocian a episodios de estrés. 

Esta entidad llamada bruxismo se caracteriza por el apretamiento y/o rechinamiento compulsivo de los dientes puede ocurrir durante el día de forma seminconsciente, se le conoce como bruxismo de vigilia, o presentarse durante la noche de forma inconsciente e involuntaria, a este se le conoce como bruxismo del sueño. Al bruxismo se le considera como la parafunción que ocasiona mayor deterioro del sistema estomatognático y se asocia a procesos como el desgaste de órganos dentarios, lesión del tejido periodontal, limitación de la apertura bucal, alteración de la articulación temporomandibular, hipertrofia de los músculos masticatorios, cefalea, dolor de cuello, de oídos, entre otros. 

La ansiedad provocada por el miedo al coronavirus y a la COVID-19 ha generado que muchas personas aprieten y rechinen los dientes de manera inconsciente, lo que ha causado daños importantes en la dentición. Esta patología también guarda una relación directa con el cambio del lugar de trabajo de muchas personas, la pandemia obligó a realizar cambios drásticos y a implementar el teletrabajo, esto puede generar la adopción de malos hábitos y posturas que terminan por afectar la articulación temporomandibular y ocasionar bruxismo como otros desórdenes asociados al sistema masticatorio. Confinamiento, trabajo en casa, violación de horarios y falta de privacidad, entre otras causas, generan un ambiente difícil de afrontar para muchas personas, desencadenando reacciones patológicas. 

Los pacientes con altos niveles de estrés tienen casi seis veces más probabilidades de presentar este padecimiento. La primera gran voz de alarma la expusimos en una entrevista que dimos al New York Times en septiembre de 2020, en este espacio radial tan importante hablé con mi propia experiencia acerca de la situación de los dentistas en el mundo que vivimos momentos difíciles, y aun los estamos viviendo, comenté en esa entrevista sobre la gran cantidad de consultas de personas con problemas a nivel muscular, bruxismo, dolor orofacial y hasta fractura de piezas dentales.

Esto se trata de una situación que, aunque no se cuenta con cifras oficiales que puedan dar cuenta de esta problemática, hablamos de miles de pacientes desde el inicio del confinamiento y que aún continúan e incluso se ha agravado con la desescalada de la pandemia. Desde el comienzo de esta pesadilla llamada COVID-19, con el confinamiento y las medidas de distanciamiento social firmemente arraigadas, he notado que increíblemente en estos dos años he visto más fracturas de dientes que en los últimos cinco años.

Los casos de bruxismo se han multiplicado y el crecimiento es claro. No podemos hablar de cifras o porcentajes de este incremento inusitado de Bruxismo, lo que si es cierto es que en las consultas de los especialistas en prostodoncia y cirugía maxilofacial se percibe claramente. El SARS-CoV-2, la COVID-19 y el confinamiento han generado muchísimo miedo y ansiedad, mucha gente lo ha visto reflejado a través de estos problemas en los dientes. Es claro que varias de las razones para que estas dolencias se hayan disparado están relacionadas con este miedo al virus, la incertidumbre por el futuro y los problemas para poder liberar toda esa energía en una situación de tensión como la actual, pero también afectan otros aspectos. 

El teletrabajo, por ejemplo, ha generado que descuidemos las posturas, esto afecta de manera directa al sistema humano y obviamente genera un estado de tensión casi permanente. Las malas posturas afectan a los nervios cervicales, así como a los músculos de los hombros, todas estas estructuras se encuentran íntimamente ligadas o relacionadas con la ATM, recordemos que esta estructura anatómica es la que conecta la mandíbula con el cráneo.

Esa tensión debemos eliminarla de alguna forma, y es por esto por lo que los seres humanos nos vemos obligados a liberarla por la noche, cuando nuestro sistema se relaja, pero el problema es cuando lo hacemos con los dientes apretados, rechinamiento y con la mandíbula contracturada. Este proceso lesivo continúa durante semanas y si finalmente no conseguimos cambiar nuestros hábitos podemos llegar a fracturar los dientes. Pensemos que nuestros dientes son las estructuras más duras de nuestro organismo y si apretamos unos contra otros de forma constante es muy probable que se puedan llegar a generar fracturas. Son muchos los líderes de opinión y reconocidos autores los que han confirmado este aumento de casos de bruxismo, a esto debemos sumarle el aumento de casos en menores. 

Se notó una subida nada más terminar el estado de alarma, cuando tuvimos que atender a muchos pacientes quepresentaban problemas relacionados con estas dolencias. Los principales síntomas con los que se presentaban los pacientes son dolores en los músculos principalmente maseteros y temporales, y en muchos pacientes se evidencia el dolor cervical, esternocleidomastoideos y musculatura de cuello como de la espalda alta. Podemos citar otros síntomas, especialmente aquellos cercanos a la zona del oído, así como sonidos y chasquidos que no estaban presentes anteriormente en estos pacientes. 

Otras señales de estos trastornos temporomandibulares que pueden alertar sobre este problema son los dolores de cabeza, limitaciones musculares al abrir la boca, sensibilidad dental o dolor facial. Todo esto puede llevar a estas personas a vivir estas malas experiencias como puede ser la fractura de las piezas dentales. Nosotros como odontólogos debemos aconsejar a nuestros pacientes sobre cómo evitar estar entre los afectados por esta otra epidemia llamada bruxismo. Es muy importante pedir a los pacientes que evalúen si están apretando o si sienten presión, nosotros debemos concientizar a nuestros pacientes sobre la importancia de las citas control o de mantenimiento para poder implementar terapias de forma temprana. 

Muy importante educar a la sociedad y explicarles a los potenciales bruxómanos que en el momento en que empiezan a rechinar sus dientes, se les debe confeccionar una férula de descarga o placa oclusal y de esta forma lograr evitar que se desgasten o incluso que se pueda fracturar alguna pieza dental. Si nuestros pacientes continúan con el teletrabajo, se debe crear un buen ambiente de trabajo donde los hombros estén alineados con las caderas y las orejas con los hombros, mantenerse en movimiento, aprovechar cualquier espacio para el descanso corporal y visual, tratar de estirar las piernas y liberar la tensión. Otro tema de cuidado es el uso de pantallas, el tiempo que pasamos frente al computador, los celulares, tabletas o consolas de videojuegos, esto genera cansancio visual que está ampliamente relacionado con el tema del bruxismo.