Seminario online de F.I.E.F.O.

La Federación Internacional de Escuelas y Facultades de Odontología el pasado día 19 de junio impartió un seminario online.

La Federación tenía previsto su congreso anual para esas fechas en la ciudad de Mérida (México) que como tantas otras actividades tuvo que ser pospuesta al próximo año a la espera de superar la pandemia por COVID-19, en busca de un espacio para reunirse de forma virtual se celebró este encuentro que contó con la participación de dos ponentes españoles, el Dr. Luis Giner Tarrida, Decano de la Universidad Internacional de Cataluña, quien abordó el tema de su experiencia en el retorno a las actividades clínicas con los protocolos establecidos en la Clínica Odontológica de la U.I.C y el Dr. Antonio Castaño Seiquer, Director del Master en Odontología Familiar y Comunitaria de la Universidad de Sevilla, que expuso su experiencia en el campo de la solidaridad en tiempos del COVID-19.

El acto fue moderado por el Dr. Rolando Peniche Presidente de FIEFO y Director de la escuela de Odontología de Universidad Anáhuac Mayab (Mérida, México) lugar donde estaba previsto celebrar la reunión y por tanto anfi trión del acto y por el Dr. Estuardo Mata Castillo, Secretario de FIEFO y Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, su intervención la hizo bajo la imagen de Santa Apolonia, Patrona de los dentistas, y la reproducimos en esta página, se trata de una pintura original del artista Alejandro Wer que fue donada a la Universidad.

La presentación corrió a cargo del Dr. Claudio Peña Soto, Director de Estomatología de la Universidad Científi ca del Sur (Perú).

Presentamos aquí un resumen de la intervención del Dr. Giner Tarrida redactado por el propio autor de la conferencia.
Dr. Luis Giner Tarrida
Decano Facultad Odontología UIC-Barcelona

La belleza del arte de la odontología

Desde el 14 de marzo, fecha de inicio del confinamiento en España, han sido unos meses diferentes, extraños, que nunca imaginamos que tuviéramos que vivir. No habíamos previsto una situación en que todos tuviéramos que dejar nuestra movilidad habitual, nuestro día a día, para pasar a una situación a la que no estábamos acostumbrados, confinados, reajustando nuestra libertad de movimiento, y que por responsabilidad todos lo hicimos.

En todo este tiempo, hemos, pasado por momentos de miedo, estrés, cansancio, mucho más trabajo, eso sí desde la distancia.

Hemos sufrido por la pérdida de personas cercanas y por el temor al contagio de nosotros como de nuestros familiares y amigos. Lo hemos superado, con más o menos efectos colaterales, pero como siempre solidariamente, con el apoyo de nuestras familias y amigos.

Estamos en lo que se denomina la nueva normalidad o rozándola, y entre todos hemos de liderar este cambio, esta nueva normalidad también en la odontología. Debemos seguir atendiendo a nuestros pacientes y formando a los nuevos profesionales, sobre la base de unos nuevos protocolos, con la misma responsabilidad personal y social que hasta ahora.

Hemos de seguir sirviendo a la sociedad, aportando soluciones que faciliten ejercer nuestra profesión después del COVID-19 para aliviar el dolor, el sufrimiento, proporcionar salud oral y general a las personas que lo necesiten. La odontología no ha cambiado, es la misma de antes “Una bella profesión” El 19 de junio celebramos on-line, el seminario anual de la FIEFO, (Federación Internacional de Escuelas y Facultades de Odontología), que estaba previsto que se celebrase en Mérida, México.

Como todas las reuniones científicas, seminarios y congresos que se han celebrado en estas fechas, ha sido en la distancia, ya que los organizadores veían la necesidad de no aplazarla, tanto para dar continuidad a la labor que está efectuando la sociedad, como también para compartir los conocimientos y las pautas que se deberán y se están implementando en esta nueva normalidad.

La reunión aglutino a más de setenta decanos/as y directores/as de escuelas y facultades de odontología de América latina y de España. En ella se presentaron, el reinicio de las actividades clínicas de la clínica odontología de la facultad de odontología de la UIC-Barcelona y las actividades de la cátedra de odontología social de la Universidad de Sevilla durante la pandemia y al inicio de la nueva normalidad.

Algunos puntos a destacar, es el paso, casi con normalidad, de la docencia presencial a la docencia virtual. Todos los responsables de las diferentes facultades de odontología, presentes en el seminario, coincidíamos en que, gracias a la tecnología actual y al esfuerzo de los departamentos de informática se ha podido impartir la docencia y también la evaluación on-line. Todos los presentes estuvimos de acuerdo, aunque bajo diferentes perspectivas, de la necesidad en los próximos meses de trabajar la parte teórica utilizando el modelo de docencia conocido como Blended Learning. Este es un modelo mixto de docencia, presencial y on-line, que en el caso de la UIC-Barcelona en odontología se ha optado por apostar al máximo por la presencialidad, dentro de los cánones actuales permitidos por las autoridades sanitarias, complementando, con una parte on-line, donde no sea posible realizarla presencialmente. Pensamos que ambas son totalmente compatibles y que nos puede permitir, por parte del alumnado, un mejor aprovechamiento de la docencia impartida.

Creemos que es muy conveniente la interacción directa y espontánea del profesor y el alumno en el aula. Para la formación del alumnado son básicas las prácticas clínicas, de hecho, pienso somos la única titulación en que son prácticas tuteladas, en que el propio alumno hace el tratamiento directamente al paciente bajo la supervisión del profesor. La situación actual nos ha obligado a instaurar medidas adicionales de bioseguridad a las habituales, mediante equipos de protección tanto a los profesionales, profesores, alumnos y personal de clínica, como a los propios pacientes.

Esta situación, también condiciona la relación alumno-profesor, ya que en general un profesor atendía entre tres y cinco boxes simultáneamente con alumnos trabajando al unísono, desplazándose de un box a otro cambiándose únicamente los guantes, a no ser que se tratara de una intervención quirúrgica, que al trabajar en un ambiente estéril, procedía el profesor.

En la actualidad si el profesor debe corregir al alumno o actuar en un box, durante un tratamiento sobre un paciente, debe forzosamente cambiarse los equipos de protección personal o desinfectarlos antes de pasar al siguiente, con lo que obliga a replantearse cuál debería ser el ratio profesor-alumno y que modificaciones nuevas debemos implementar en los protocolo de actuación.

Durante el periodo de confinamiento, se ha desarrollado una actividad importante de atención a los pacientes, mediante la teleasistencia. La experiencia adquirida debemos aprovecharla y desarrollarla al máximo posible, ya que nos ayuda a prever cual es la patología y el tratamiento que el alumno deberá efectuar permitiéndonos tener al alumno informado para que lo tenga todo dispuesto antes de que venga. Esto nos podría ayudar a disminuir el número de visitas previas al tener planificado el tratamiento por parte del alumno tras debatirlo con el profesor.

Por otro lado, teniendo en cuenta el tipo de tratamiento que el alumno deba efectuar, el profesor puede solicitar, antes del día de la visita, al alumno, que se prepare utilizando los simuladores, ya sea los fantomas convencionales, o en la simulación virtual.

Este último permite tomar la impresión intraoral digital e introducirla en el simulador virtual, en donde el alumno puede efectuar el tratamiento tantas veces sea necesario bajo la supervisión del profesor que podrá corregirle, lo que le permitirá al alumno ser más autónomo cuando vaya a la clínica.

En muchas de nuestras actividades habituales hemos tenido que incorporar cambios importantes y en la odontología, como vemos, también. Algunos de ellos ya estaban protocolizados y el coronavirus no ha hecho más que acelerarlos, como es el caso de la teleasistencia o la utilización de la simulación virtual en la docencia.

Otros los hemos tenido que incorporar inesperadamente, como es el uso de los equipos protección individual específicos. En todo caso tenemos nuevos retos que afrontar, y un horizonte que entre todos debemos dibujar, pero la belleza del arte de la odontología nos atrae igual antes que después de la COVID-19.