MARGARITA SALAS – impulsora de la investigación en el campo de la bioquímica y la biología molecular

“La investigación en España tiene muy buena calidad, aunque le falta cantidad por su escasa financiación”

La ciencia española tiene una deuda con Margarita Salas, una de las personalidades más importantes de todos los tiempos, gran impulsora de la investigación en el campo de la bioquímica y la biología molecular en nuestro país. La vida de Margarita Salas está centrada en la ciencia y sus aportaciones son muchas, pero destaca su investigación sobre la enzimología y sus trabajos sobre genética centrándose en la manera en la que se transmite la información genética y el ADN. Margarita Salas es un ejemplo para las nuevas generaciones de investigadores que, como ella, trabajan en un contexto complicado en cuanto a escasez de recursos.

MARÍA JOSÉ GARCÍA


Margarita Salas
Margarita Salas

Odontólogos de Hoy: Usted estudió Ciencias Químicas, ¿fue una vocación espontánea o tenía alguna referencia familiar?

Margarita Salas: En principio no sabía si estudiar Ciencias Químicas o Medicina. Hice un curso selectivo que me servía para estudiar cualquiera de las dos carreras. Finalmente, me decidí por las Ciencias Químicas.

ODH: Ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de su trayectoria profesional, ¿de cuál de ellos se siente más orgullosa?

M.S.: Todos los reconocimientos son muy agradables pero el más importante que he recibido fue el de ser miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

ODH: ¿Ha encontrado muchas dificultades en su vida profesional dentro del mundo de la ciencia por su condición de mujer?

M.S.: Durante la carrera no tuve ninguna dificultad por el hecho de ser mujer. Aproximadamente éramos una tercera parte de mujeres. Sin embargo, durante la etapa de la tesis doctoral sentí discriminación pues se consideraba que las mujeres no estábamos capacitadas para hacer investigación. Posteriormente, en el laboratorio de Severo Ochoa no tuve ningún problema por mi condición de mujer. A nuestra vuelta a España, tuve el apoyo de mi marido, Eladio Viñuela, quien me ayudó para que yo fuese una investigadora independiente.

ODH: ¿Qué ha significado en su vida profesional la figura de Severo Ochoa?

M.S.: Severo Ochoa me enseñó la Biología Molecular que después pude desarrollar y enseñar en España. Pero también me enseñó su rigor experimental, su dedicación y su entusiasmo por la investigación.

ODH: ¿Cómo ve el papel de la mujer española actual dentro del mundo de la ciencia?

M.S.: En este momento, hay más mujeres que hombres que inician una etapa de doctorado y no veo que haya discriminación. Por ello, creo que en un futuro no demasiado lejano la mujer ocupará en investigación el puesto que le corresponda de acuerdo con su capacidad y su trabajo.

ODH: ¿Cómo valora el nivel de la investigación científica en España? ¿Cuáles son las principales características que debe tener un buen investigador?

M.S.: La investigación en España tiene muy buena calidad, pero le falta cantidad, debido a la escasez de financiación. Un buen investigador debe ser muy riguroso experimentalmente pero también requiere una cierta imaginación para diseñar proyectos y experimentos. Tiene que tener paciencia y no desanimarse con el primer resultado negativo que obtenga, aunque también debe saber valorar hasta cuanto debe insistir en un determinado experimento o proyecto.

ODH: ¿Qué reclamaría a las instituciones para evitar la “emigración” de nuestros talentos?

M.S.: Reclamaría más financiación, no solo para realizar las investigaciones, sino en particular para poder contratar personal y poderles ofrecer un puesto suficientemente estable para que los investigadores jóvenes no tengan que “emigrar”.

Creo que cuando los políticos piensan en la ciencia, tendrían que hacerlo apoyándose en los científicos. Yo siempre he dicho que tendría que haber una especie de senado científico, en el que los políticos realmente se apoyasen y se asesorasen. Porque muchas veces los políticos desconocen, por ejemplo, si conviene ahora poner dinero en más contratos o en más becas; creo que lo hacen sin tener el asesoramiento de personas que realmente están viviendo el día a día de la investigación. Estoy convencida de que si los políticos dieran mucha más participación a los científicos en sus decisiones, iría mejor la ciencia.

Mi reto es seguir investigando.

ODH: En 2007 se convirtió en la primera mujer española que ingresó en la Academia Nacional de Ciencias de EEUU. ¿Qué es lo que destacaría de su experiencia como investigadora en EEUU?

M.S.: Como ya he comentado, mi nombramiento como miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. supuso un espaldarazo a mi vida dedicada a la investigación.

ODH: En estos momentos de profunda crisis económica, ¿qué consejo daría a los jóvenes científicos españoles que desean dedicar su vida a la investigación?

M.S.: Mi consejo sería que adquieran una buena formación, primero a nivel de doctorado en España y después a nivel de postdoctorado, preferentemente en el extranjero, con objeto de obtener un buen curriculum que les permita, eventualmente, volver a España para hacer la investigación en nuestro país.

ODH: Tras una vida repleta de éxitos y reconocimientos por su labor ¿le queda aún algún otro reto que superar? 

M.S.: Mi reto es poder seguir investigando como lo he hecho hasta ahora, que ha sido uno de los leit-motiv de mi vida.

ODH: Nuestra revista va dirigida al colectivo profesional de odontólogos, estomatólogos y cirujanos maxilo-faciales…. en estos tiempos convulsos, con crisis sanitarias como la del ébola, ¿cómo ve la situación de la sanidad española?

M.S.: La sanidad española tiene unos excelentes profesionales, muy bien preparados y dispuestos a afrontar todas las situaciones que se puedan presentar ●

UN IMPRESIONANTE CURRICULUM

Poseedora de un impresionante curriculum académico Margarita Salas (Canero-Asturias, 1938) se doctoró en Bioquímica en 1963 por la Universidad Complutense de Madrid. Al acabar la carrera, y hasta 1967, trabajó como investigadora postdoctoral en la Universidad de Nueva York junto a Severo Ochoa.

Además, fue profesora de Genética Molecular de la Universidad Complutense de Madrid (1968-92) y, desde 1974 es Profesora de Investigación del C.S.I.C. en el Centro de Biología Molecular.

Su personalidad profesional es muy activa, ya que es miembro de importantes estamentos académicos como la European Molecular Biology Organization (EMBO), de la Academia Europeae, de la Academia Scientiarum et Artium Europaea, de la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, de la Real Academia Española, de la American Academy of Microbiology, de la American Academy of Arts and Sciences y de la National Academy of Sciences de EE.UU.

Ocupó el cargo de directora del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” (1992-1993) y es presidenta de la Fundación Severo Ochoa desde 1997. También lo ha sido de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Gregorio Marañón (2001–2004) y del Instituto de España, organismo que agrupa a la totalidad de las Reales Academias Españolas (1995-2003). Además es miembro de la Junta Consultiva de la Universidad de Oviedo desde 2007 y miembro del Consejo Editorial de 12 revistas Internacionales.

Entre las numerosas las distinciones que ha recibido podemos destacar: la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio (2003) y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo concedida por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (2005). Además, fue nombrada Española Universal por la Fundación Independiente (2000) y es Doctora Honoris Causa por las Universidades de Oviedo (1996), por la Politécnica de Madrid (2000), la de Extremadura (2002), la de Murcia (2003) y la de Cádiz (2004).